La verdadera historia de los Rocker
Las hojas de los árboles comenzaron a ponerse amarillas, ni bien comenzó a sentirse el otoño en el 2005, lo que era una zapada entre amigos, se transformaba paso a paso en una banda que quería progresar. Así se daba a luz a la reunión de melodías.
Hombres que tenían un poco de experiencia en otras bandas, se juntaban a versionar temas legendarios, y que de tan bien que salían, con tanta química y ese deseo de todo músico de iniciar su propio proyecto musical, salieron a la escena a demostrar las influencias del punk rock y su propia obra.
Federico Polilla venía de “Mr Freed”, la voz principal y guitarra rítmica, Marcos Fatmark tocaba en “Viejas Skalaveras” la batería. Gabriel Limado, en “Barbarie” ocupó la guitarra líder y Diego: El turco, ex Hammer, en el bajo.
No querían ser una banda de covers, pero no podían dejar de tocar esos temas que tanto les gustaban. Esa necesidad de entenderse como grupo, para trasladar a lo que iban a ser sus propios temas, los llevo a tocar clásicos históricos de Elvis Presley, Chuck Berry, Creedence, hasta lo más moderno de Ramones, AC/DC y Social Distorsión, entre otros más que iban saliendo. Y se destina a esa luz rítmica el nombre de Rocker Division.
Tan rápido se dio el primer paso, que a mediados de ese mismo año, tocaron por primera vez junto a Historia del Crimen de Buenos Aires y Los Búfalos Sedientos, también de su ciudad natal: Córdoba. “Se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso” parafraseando a C.C. Cortéz, y ese paso trajo consigo más invitaciones a festivales, recitales organizados por las radios locales y muchos eventos en la ciudad cordobesa.
Pero “stop”, no se puede seguir el camino sin materializar el trabajo. Es parte de la esencia del músico, y de la banda, tener ese formato que difunde. Es por eso que obligados a dar más, en el 2006 se graba el primer demo. Un “ensayo con los volúmenes tocados”, que consiguió por la calidad sonora, la satisfacción de los rockers y de mucha gente
Entrevistas en muchas radios, pedían por ellos: UTN, La Rocka y Rock & Pop. Participaron en una convención nacional de tatuajes en Carlos Paz. Fiestas proclamadoras de la legalización y muchos otros recitales realizados en Córdoba.
Aquel demo merecía ser un disco completo, pero los obstáculos comenzaron a poner sus piedras en el camino. En el 2007, el catante Polilla, por decisiones personales y una partida a las afueras del país, abandonó al grupo. Federico los deja totalmente paralizados y por conflictos entre ellos, y lo que conlleva a iniciar la búsqueda de un nuevo cantante pasan varios meses sin actividad.
Una de las piedras empezó a brillar, en medio del conflicto, el destino empieza a entrelazar de nuevo las uniones, y aparece Ale, un chico muy influenciado por el mundo skate, con mucha onda en su interior e incontables influencias en común.
Aquella primera presentación del nuevo formato, trajo consigo versiones de misfist y social distorsión, algunos temas nuevos y un sonido más punk que el anterior.
Remontaba nuevamente Rocker division: buenas críticas, más fechas, otro repertorio. Con un pequeño percance en la salud de Ale, por un tiempo deja la guitarra por problemas de salud, pero a pesar del retraso, consiguieron que El Rata, un tatuador y guitarrista famoso en el ambiente local, participara temporalmente. Ale cantaba con su brazo quebrado y Rata hacía los acordes que necesitaban.
Tres años de banda, buenos conciertos, más seguidores y otro obstáculo más en el medio. Esta vez uno un poco más oscuro, una tragedia conmovió a la banda con la muerte del hermano de Fatmark, justo en un recital en el que estaban tocando en 990 arte club. Un golpe duro y un dolor sentimental enorme, hizo que todos los planes sean suspendidos por el duelo. No hubo más zapadas, ni ensayos, ni nada.
Inspirados otra vez, salen más temas nuevos, después de unos meses sin actividad. Con tanto material valía la pena ir más allá del demo, esta vez se planeó grabar el primer disco. El 2009, la experiencia y los resultados, energizaron a la banda para que su más preciada pieza, pueda estar en la colección discográfica de todo su público.
Un nuevo parto, otra luz brilla a su alrededor, y se llama “Beatiful pain”. Una novedad que tendrá muchas más historias por contar, recitales para presenciar, melodías que merecen ser escuchadas y otra puerta que se abre en el camino de Rocker division Punk Rock.
Por Marina Miguel